En el momento en que decidí hacer el Sendero del macizo del Pacífico estaba realmente perdida. Mi familia se había desintegrado después de la muerte de mi madre. Cuando miro atrás, veo que todo lo que soy nació de todo lo que recogí en aquel camino. Sentí que nunca iba a volver a tocar fondo, no de la manera en que ya lo había hecho antes.