Penalizar al PSOE por facilitar el Gobierno del PP es, en realidad, castigar a los ciudadanos de las comunidades autónomas, que sufrirían de nuevo las mismas políticas de ajuste y recortes que padecieron hasta la primavera de 2015. ¿Para qué serviría tal "castigo"? Pues para para entregarle al PP porciones muy importantes de poder territorial, reduciendo las posibilidades de contrarrestar el poder que aún atesora en el Gobierno central.