El jefe de la República Chechena, que pelea por el Kremlin con sus 3.000 hombres en Ucrania, torturador y asesino según los grupos de derechos humanos, niega estar en coma con un vídeo, pero Kiev insiste: ya no está vivo.
Desde que llegó al poder, Kadirov acumula acusaciones de planear crímenes contra sus opositores, así como de reprimir a las mujeres y a la comunidad LGTBI.