proceso de paz en Colombia
Mirar la guerra desde los ojos de las mujeres
Con las muchas inquietudes que me sigue provocando nuestra guerra civil o cualquier otra, porque al final, todas son las mismas, Colombia y su guerra me ha respondido a muchas de mis dudas. Aunque en Mujeres al frente (tanto el libro como la película), quizás la clave esté en mirar el conflicto desde otra perspectiva, desde los ojos de ellas, las mujeres, quienes no suelen engrosar las filas de combatientes, pero sí ponen muertos, sus hijos que caen matando
Colombia: sin guerra, sin paz
Juan Manuel Santos se la jugó y convirtió el proceso de paz en su principal caballo de batalla, y ha dedicado sus mayores esfuerzos a conseguirlo. Pero su Gobierno es impopular y su coalición política se encuentra fragmentada, lo que puso en bandeja una derrota en un referéndum que no tenía obligación de convocar. Colombia está frente a un periodo sin guerra y sin paz, en un cese del fuego que es frágil, en medio de una campaña electoral polarizada, una crisis fiscal profunda y sin certidumbres de que se pueda llegar a un mejor acuerdo de paz.
El olvido que seremos
Rara vez he leído palabras tan cargadas de emoción como las de este libro. Abad padre era un hombre volcado en la defensa de los derechos humanos y el bien público, siempre obsesionado, como buen médico con vocación social, con el combate y denuncia de las causas de las enfermedades que afectan a los más pobres. Vivió con la dignidad de defender sus ideas hasta el día de su asesinato, ignorando razones de conveniencia. Lo cual es mucho decir en el universo que ha sido Colombia.
Paz en Colombia: el fin del comienzo
En 50 años las acciones de las guerrilla no han resuelto nada y, por el contrario, han servido como pretexto para estigmatizar todo pensamiento diferente de la ideología tradicional de la derecha liberal y conservadora, que ha imperado en el país todo este tiempo.
La paz en Colombia y el arte de especular
Muchos se sintieron indignados por las palabras de 'Márquez', donde prácticamente presentaba a su movimiento no como victimario, sino como víctima; pese a la estela de ataques a civiles, secuestros, siembra de minas antipersona y otros hechos de los que las FARC han sido responsables.