Los expertos lo tienen claro: bañarse no implica riesgo de contagio, pero eso no significa que no sea necesaria la precaución. Darse un remojón este año será muy diferente.
Habrá casos como el del Park Güell que abrirá para los vecinos, para facilitar el paseo, la práctica deportiva y la conectividad de la zona, pero no para visitas culturales.
Además, se prevé una limpieza “integral” a diario de todos los “utensilios e instalaciones” y se hará una “petición de responsabilidad individual” a los bañistas.