pesimismo
Reivindicación de la tristeza
Tras estos días de obligadas sonrisas y de buenos deseos, lo siento, quiero hacer una reivindicación de la tristeza. En esta época de obsesión enfermiza por la salud, de culto patético por la juventud, de exigencia deprimente de alegría, necesito hacer una reivindicación de la tristeza.
Por qué quejarnos nos hace ser más pesimistas
Hay estudios que demuestran que la mayoría de las personas se quejan una vez por minuto durante una conversación. Quejarse es tentador porque nos hace sentir bien, pero, igual que muchas otras cosas placenteras -como fumarse un cigarrillo o desayunar medio kilo de beicon-, no resulta beneficioso.
¿Por qué odiamos las buenas noticias?
Con un millón de personas menos en el paro que hace tres años, una reducción de 200 puntos en la prima de riesgo y un ritmo de crecimiento económico que supera el 3% desde el segundo trimestre de 2015, la imagen que proyectan los medios prolonga su tono fúnebre, cuando no apocalíptico.
Error psicológico de la semana: ¿hay personas tóxicas o no?
No hay personas tóxicas, sino seres humanos con problemas. Tóxicas son las setas, y sólo algunas. Parece como si los "no tóxicos" fueran cántaros vacíos donde los "tóxicos" pueden verter sus maldades. Pero con estos mensajes se cae en una dualidad peligrosa: los demás son malos y uno es una víctima.
Ígor: guía de un pesimista para una buena vida
Soy un pesimista en recuperación. Pero, paradójicamente, el pesimismo ha sido un combustible genial para el crecimiento personal. Las patéticas preocupaciones sobre las miserias de la vida me han llevado a luchar por el mejor mundo posible. Y el mayor pesimista de la historia es Ígor.