Sebastián puede ser una bomba de relojería para Pedro Sánchez cuando se escarbe en aquellos tiempos en los que las inmobiliarias soñaban con quedarse con la gran banca y ser las dueñas de este país. O los presidentes de las energéticas se pavoneaban de que ellos son el poder de los de siempre. No hace ni una década de tan asombrosas historias, y el relator, Sebastián, camina al lado de la esperanza blanca de los socialistas, Sánchez.