El flamante y fotogénico líder del PSOE apenas lleva un mes en el cargo y, salvo una rueda de prensa, media docena de canutazos, una audiencia con el rey y una entrevista con Rajoy, su agenda está por rellenar y su proyecto por escribir.
Proyecta una personalidad trabajadora y disciplinada pero poco dinámica y poco creativa. Su pensamiento es rápido y flexible: es capaz de reaccionar ante los escasísimos errores que le ocurren al leer el discurso del tele-prompter. No se aleja del camino recto marcado en su cuaderno.