Las sociedades más idealizadas hoy día, como pueden ser las escandinavas, la australiana o, sobre todo, la estadounidense son ricas en opciones, pero los vínculos se resienten. Se piensa que ese déficit puede cubrirlo la fuerza del Estado, sobre todo en Europa, o la del mercado en los países anglosajones.
Muchos nos dejamos llevar por la inercia de la noria porque sabemos que estamos seguros, que es lo que toca y que tampoco está tan mal... quizás no queremos parar porque pensamos que no podemos. Solo paramos si tenemos alguna crisis como que nos detectan una enfermedad, se muere un familiar o cualquier otra desgracia que nos da una buena sacudida y sólo, en ese momento, decimos: ¡Basta Ya!
A veces nos estancamos en un punto de vista y pensamos que no hay nada más allá. Atrévete, no tienes nada que perder por seguir intentándolo, busca alguna forma creativa y alternativa.