¿Nos convienen los Juegos Olímpicos?
Madrid no necesita -como sí necesitaban Pekín, Río o Estambul- un evento de esta magnitud en el que mostrarse al mundo. Y no necesitándolo, hacer una inversión millonaria en estos tiempos de crisis en los que cualquier necesidad en España es más acuciante que las obras olímpicas parece un capricho prescindible.