Se podría afirmar que Lasquetty se comporta como un pirómano provocador que ha conseguido aunar en su contra a todos los colectivos profesionales en los que conviene recordar abundan los votantes del PP.
Reducción de efectivos, ahorro económico en personal, proseguir el desmantelamiento de los centros públicos y allanar así el camino al sector privado. El pretendido plan se convierte en realidad en un Auténtico Plan de Destrucción de Empleo Público y la arbitrariedad es su propiedad más reseñable.
Los pacientes de los hospitales vendidos seguirán siendo atendidos, pero poco a poco irán viendo cómo la asistencia no será igual, no podrá serlo. Será todo más líquido, más liviano, para al final terminar vacío de contenido como una pecera sin agua. Entonces empezarán los lamentos.
Pretender transmitir hoy la idea de limpieza y trasparencia en la actuación de los Gobiernos de la Comunidad de Madrid presididos por Aguirre y González, no deja de ser un ejercicio de cinismo y falta de respeto a los ciudadanos. ¿La situación sanitaria actual en Madrid no debería abochornar a Aguirre?
La tuberculosis es un buen ejemplo. Se cura si se trata correctamente, pero de lo contrario, puede derivar en serios problemas de la salud pública. Es una enfermedad que se asocia a la pobreza, a sistemas de salud frágiles o a políticas sanitarias deficientes. Hace unas semanas se conoció el caso de Alpha Pam.
Con inusitada rapidez se procedió a la adjudicación de los contratos para la construcción de ocho hospitales con financiación privada y se utilizó de forma deleznable las falsas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa como cortina de humo que eclipsó e impidió el debate político que una democracia exigía.
El cambio de modelo sanitario es un cuento malvado que un narrador ruín escamotea a su audiencia para obviar la historia original. Nos viene a decir que Blancanieves no existe, que nunca existió. Nos trata de explicar que ya no hay príncipes encantadores, tan solo brujas despiadadas... Llegará un tiempo en que los enanitos necesiten asistencia sanitaria.
Seguiremos alzando la voz, diciendo que están equivocados, que abrir vías de agua bajo la línea de flotación no ayudará al barco sanitario. Depongan las hachas, depongan la estulticia. Escuchen. Quizá les llegue el clamor popular de la gente que dicen ustedes representar.