El arresto se produjo en una clínica sanitaria privada en Palermo, a donde acudió para recibir tratamiento médico. Carga con varias condenas perpetuas a sus espaldas.
Totó Riina sembró de bombas y muertos la ciudad, pero Falcone y su colega Borsellino no se amilanaron. Lo pagaron con la vida, pero cambiaron la lucha antimafia para siempre.