Tengo quince años. Y ella está ahí, sobre las tablas del teatro Campoamor. Ella es ella, Lola Herrera, y ya no lo es. Es Carmen Sotillo, el personaje creado por Miguel Delibes. Pocas veces una actriz ha alcanzado tal nivel de identificación con su personaje. Pero eso, en esos momentos, a mis quince años, aún no lo sé de un modo definitivo. Lo sabré después: con las lecturas, los estudios, las entrevistas con la actriz, las críticas y la visión de la película de Josefina Molina, Función de noche.