El verdadero paradigma del Mundo Occidental se define por la alta mediocridad de nuestros políticos. Incapaces de resolver ningún conflicto, heredado o creado por ellos mismos, se han convertido en simples generadores de problemas.
Rajoy ha aprendido a hacer política escondido detrás de la caricatura que entre todos le hemos fabricado y él nunca se ha tomado la molestia de desmontar porque le era muy útil. Mientras muchos se ríen de la caricatura y le menosprecian como adversario, él gobierna con la meticulosidad del opositor que sacó su plaza siendo el registrador más joven de España.