Tras los vaivenes del Gobierno esta semana con el tema del IVA cultural, hay que decir que la cultura española no está para muchas bromas. Pero es que hay cosas que, precisamente por lo graves que son, es preferible tomárselas así. Y este Gobierno es un chiste de humor negro.
Falta originalidad y emoción en la piel de este Arco 2014. Todo se ha vuelto más ramplón, más serio y convencional. Eso no quiere decir que las obras de arte que exhiben las galerías sean peores. Sólo que tienen una escala más pequeña y el arte, entendido como espectáculo, casi se ha desvanecido.