El expresidente madrileño asegura al juez que en su caso no existe ningún riesgo de fuga, ni de destrucción de pruebas y "mucho menos" de reiteración delictiva.
El presunto testaferro de González se mostró preocupado por la auditoría que había encargado el Canal de Isabel II con “buscadores de mierda”, adelanta la SER.