Una generación de socialistas a los que no gustan los Kellogs para desayunar
No nos engañemos, la sociedad se ha feminizado, pero el mundo laboral se ha endurecido hasta extremos insospechados debido a la fuerza del dato y la cultura de la rendición de cuentas sobre todo y en todo momento. Llamémoslos los valores baby-boomers que los de la generación X no se sintieron con autoridad para cuestionar y que ahora los millenial han puesto en la picota.