Tras salir escoltada por la Guardia Civil de la casa en Vícar, Almería, donde vivía junto a su pareja y a donde las autoridades la trasladaron para diversos registros.
"La madre de Gabriel pide que no circule la rabia y que no se manipule su dolor. Algunos siguen obcecados en que sienta odio, aunque ella admirablemente no desee sentirlo. El crimen siempre ha acompañado a la humanidad, pero es opcional elegir entre civilización o barbarie".