Elsa es diferente, no se siente cómoda entre los suyos por sus poderes, un poco como los británicos, con su insularidad, su humor y su hora del té. Este sentimiento de ser diferente es el motor principal de la fuga de Elsa, que espera poder ser ella misma una vez se encuentre sola. No obstante, con esta huida Elsa sólo se suelta de forma ilusoria y provisional.