Con 'Centro di gravità permanente' fue la primera vez que alguien conseguía hacerme cantar en un idioma distinto al inglés sin saber lo que decía. Y lo amaba.
Como a tanta gente de mi generación, con aquellos tres álbumes, 'Ecos de danzas sufí', 'Nómadas' y 'Fisiognomica' me dispuse a buscar el centro de gravedad.