Mucho se ha dicho acerca de la dimensión moral del engaño de los diésel de Volkswagen. La compañía traicionó a sus clientes, al público y al planeta, mediante la construcción de " dispositivos de desactivación de los controles de emisiones en 11 millones de coches. Pero hay una pregunta que todavía no se ha respondido: ¿por qué?
Han estado mintiéndonos durante años. Mientras los fabricantes de coches anunciaban la sostenibilidad y eficiencia de sus vehículos, han violado de forma sistemática las normas que limitan las emisiones contaminantes. Han decidido que sus beneficios valían más que la ley, nuestra salud y el clima.