"Físicamente, que es lo que estaba viendo, es que no tiene nada que ver. Nada, nada. Ni un bigote, ni una barba, ni una nariz simétrica a sus orejas, es... nada, ni siquiera simétrico en él".
Diana, una figurante de 28 años en un salón erótico, quiso seducir con un baile sensual pero la sentencia de el chaval no es precisamente la que estaba esperando.
El chaval admite ante la cámara que la chica no es lo que buscaba físicamente pero cara a cara da a entender que sí tendría una segunda cita con ella, pero... ¿Sí o no?
"De golpe y porrazo, ¡pum!", explicó a la AFP su propietaria, Juani De Lucía, describiendo la caída de espectadores que sufrieron a principios de octubre y de la que no se han recuperado.