La realidad sobre la malaria es que las mujeres son particularmente vulnerables a la infección con el parásito durante el embarazo, porque sus defensas disminuyen. Durante ese periodo, la infección pone en riesgo la vida de la madre y del bebé. Se estima que cada año se producen 10.000 muertes de madres, y entre 75.000 y 200.000 de niños menores de un año en el África Subsahariana.
El pasado año, Barhuze estaba trabajando al lado del río de su pequeña aldea cuando le picó, sin darse apenas cuenta, una mosca tse-tse, transmisora del parásito de la enfermedad del sueño. Este joven pescador no prestó demasiada atención a la fiebre ni al dolor. Pensó que sería gripe.
En los 38 años que llevo trabajando con el ébola, nunca pensé que el virus alcanzaría esta dimensión, pasando de un pequeño brote a una terrible crisis humanitaria. Necesitamos urgentemente aumentar el suministro de efectivos y recursos para tener la catástrofe bajo control. Necesitamos gobiernos preparados.