educación superior
Universidad: ¿quién controla a los controladores?
Resulta sintomático que la Universidad y sus profesionales, a los que la Constitución garantiza la autonomía en la organización de sus funciones, estén sometidos a tamaña presión evaluadora. Porque lo característico de dicha presión es que no tiene en absoluto la función de mejorar su rendimiento sino de someterla a control y disciplinarla.
Universidades: cambio de curso
En la Universidad suenan tambores de cambio. Comienza un nuevo curso, pero no se trata solo de uno más, sino que es un cambio de curso lo que se viene percibiendo en el escenario universitario. La transformación es consustancial a la Universidad, pero ahora se apuntan tendencias que podrían modificar sensiblemente el mundo universitario tal como lo conocemos y entre las que destacan algunas de tanto alcance como las siguientes.
El 'coitus interruptus' de las universidades privadas españolas
Invito al lector a preguntarse algo: ¿cómo es que existe una gran campaña de desprestigio en contra de la universidad pública y no contra la privada? Podría alegarse que la universidad pública la pagamos con nuestros impuestos y..., un momento, la privada también. Las universidades privadas, entre otras cosas, reciben ayudas, se les cede gratuitamente suelo público y se les conceden ventajas especiales sobre las públicas.
Miles de afectados por los Préstamos-Renta Universidad
¿Debería ser necesaria la intermediación de un banco privado o de un sistema de créditos para facilitar el derecho a la educación que todos tenemos? Defender que el problema de las elevadas tasas se soluciona con una política de créditos es retorcido.
Hacia un modelo de universidad pública
Quien haya trabajado sobre los problemas de la universidad pública sabe que ni son fáciles las soluciones ni resulta fácil contemplar las numerosas consecuencias negativas de todo cambio. El nuevo diseño ha de surgir de un largo y complejo proceso.
¿Una universidad a dos velocidades?
¿Por dónde empezamos, por reformar la estructura tributaria, por asfixiar a las universidades públicas en beneficio de las privadas, o por abrir las puertas a la iniciativa privada sin criterios ni regulaciones de ningún tipo? ¿O es preferible esperar que un futuro gobierno incluya estos temas entre sus prioridades y además actúe con sensatez?
Se vende la Universidad Complutense de Madrid
La universidad pública debe reforzar su relación con la sociedad civil, y puede plantearse captar fondos del sector privado, pero, llegado el caso, la condición fundamental pasaría por que fuera la propia universidad, con autonomía, democracia, transparencia, y con fines exclusivamente científicos y pedagógicos, la que gestionara, dirigiera y gobernara dichos fondos y dichas colaboraciones.
La universidad democrática
¿Es la universidad el paraíso soñado por algunos o el nido de enchufismo que pretenden otros? Puede que sea ambas cosas, porque una institución tan vasta y heterogénea forzosamente ha de tener luces y sombras. Pero es indudable que la universidad necesita una reforma en profundidad para corregir las disfunciones surgidas como consecuencia de su acelerado crecimiento y para adaptarse a las demandas de la sociedad del conocimiento.
Guerra de campus
Urge redoblar la proyección internacional de nuestras universidades, una proyección que hay que ganarse reclutando a más profesores extranjeros y sobre todo aumentando el número de estudiantes internacionales. Y aunque las encuestas corroboran que España es un país de enorme atractivo para estudiar, hay que encontrar ideas que continúen fortaleciéndonos.