El periódico afianza su indiscutible liderazgo en la prensa española y alcanza la misma cifra de difusión diaria que en papel antes de la crisis de 2008.
El papel ha salvado el tipo con cierta dignidad ante la radio y la TV, pero es improbable que sobreviva a la interactividad de Internet. ¿Qué sentido tiene ya ir al quiosco a comprar papel para conocer lo que pasó ayer?