La presidenta de la Benidorm British Business Association califica la acción de "repugnante", mientras que el casadero asegura que no se encontraba presente cuando ocurrieron los hechos.
Se plantea pedir pedir 10.000 euros por daños y perjuicios, ya que tuvo que devolver la mitad del importe del billete al resto de pasajeros por el retraso ocasionado.