Que el Gobierno celebre y ponga su empeño en ganar el referéndum catalán
Nada incomodaría más al independentismo y, sin embargo, no habría respuesta más democrática a su reto ni nada le quitaría la razón con más firmeza que una derrota en las urnas. Hay muy buenas razones de la razón y del corazón para que Cataluña permanezca en España. Apoyamos la celebración de un referéndum con la máxima responsabilidad, conscientes de que si la opción elegida fuese la independentista, el Gobierno de España estaría obligado a negociar de buena fe las condiciones de una ruptura que no deseamos.