Un avión espía de la NASA descubre que las tormentas eléctricas generan radiación gamma, revelando un fenómeno más común y misterioso de lo que se pensaba.
Lejos de configurarse como arenales improductivos, estos parajes desérticos esconden microorganismos capaces de resistir a las extremas condiciones de aridez.
La ciencia muestra su asombro tras el descubrimiento de los restos de un pez primitivo en el interior de Australia que arroja luz sobre la creación de nuevas formas de vida. Los científicos calculan que los restos de este pez pueden tener entre 359 y 419 millones de años.