Al igual que las bacterias mutan para hacer frente a los potentes antibióticos, las amenazas cibernéticas están constantemente cambiando para explotar nuevas vulnerabilidades. Y de la misma forma que los antibióticos deben evolucionar, nuestros sistemas para proteger la seguridad digital, tanto personal como de empresas o de gobierno, han de cambiar con los tiempos y ser igualmente activos, robustos e innovadores.