#CanariasdiceNO
Tras casi 40 años de democracia, las consultas populares o referéndums siguen siendo instrumentos democráticos exóticos que, en la inmensa mayoría de los casos, terminan siendo desautorizadas por el Gobierno de turno. Ya sea por miedo o por esa alergia a que la gente se exprese, lo cierto es que la inmensa mayoría de las consultas solicitadas termina en la papelera del Gobierno.