El expresidente lamenta no tener "días tranquilos" en Estados Unidos tras su ingreso y el "episodio lamentable" del asalto a los tres poderes de su país.
El expresidente de Brasil se fue del país, a Florida, para no entregarle la banda a Lula. Señalado por el asalto y con cuatro investigaciones a sus espaldas, nadie sabe de su futuro.
"Esto es una cosa criminal. Son obras de arte, caos y caos. Es increíble lo que pasó aquí en el Palacio. Miren el estado de las salas. Son antisociales".