Entramos en el ecuador de la campaña del 28-M y nada está sucediendo como estaba previsto. Hace siete días, en el PSOE se felicitaban porque dirigían de qué se hablaba mediática y Sánchez colocaba sus mensajes en cada mitin. Pero entonces se conocieron las listas electorales de Bildu, que incluían a exmiembros de la banda terrorista. A partir de ahí, ETA lo ha abarcado todo.Para el PP, este marco les beneficia porque se reactiva su electorado, muy enfadado con los pactos de Sánchez con Bildu. Además incomoda a lo que denominan el socialismo clásico y echan por tierra la estrategia de campaña que habían diseñado en Ferraz. Es más, en Génova ya ven más cerca los gobiernos de Aragón y Comunidad Valenciana. Para Ferraz, mientras, la polémica de ETA ya es agua pasada y si ha beneficiado a alguien, ha sido a Vox. Por Pablo Montesinos.