En pleno mes de agosto, las playas de Benidorm se convierten en un hormiguero de bañistas, que al amanecer cogen su sitio en primera línea de playa. Este miércoles, el temporal y las tormentas han amargado la jornada veraniega a los turistas, que han tenido que abandonar la playa sorprendidos por una lluvia torrencial... pero no todos han recogido sus toallas. Este buen hombre ha decidido no abandonar su hamaca al borde del mar y se ha quedado solo en el arenal contra viento y marea.