El Banco de China redujo sus activos en Rusia en un 37% en el segundo trimestre de 2024, por temor a verse salpicado por las sanciones internacionales.
Los bancos rusos recurren a los recibos en papel ante las trabas comerciales con su amigo de Pekín, cada vez más presionado ante el riesgo de sufrir también sanciones.
Si la invasión de la región sigue, los ciudadanos podrían sacar dinero de los bancos y gastarlo en bienes para protegerse contra la devaluación del rublo por venir. Y ojo con los oligarcas más radicales.
Este resultado inédito, un nuevo récord para el sector, se logró pese a haber pagado a comienzos del ejercicio casi 1.500 millones de euros por el impuesto extraordinario ideado por el Gobierno.
La entidad ha explicado que el incremento del beneficio se debe al fuerte ritmo de crecimiento del negocio -especialmente en financiación a pymes y empresas- y en hipotecas, sobre todo.