atentado charlie hebdo
Yo no soy Charlie, pero que viva Charlie
Sí es cierto, "no soy Charlie". Pero justamente por no serlo es que defiendo, y todos debemos defender, el derecho de Charlie Hebdo a existir y poder desarrollar su trabajo en paz, en el marco de la tolerancia de una sociedad democrática. El peor error de la tragedia sería concluir que estamos ante la inevitable guerra de civilizaciones, y actuar en consecuencia respondiendo con la misma moneda.
NO al terror; NO al odio
Actuar con energía contra todas las formas de antisemitismo e islamofobia debe erigirse de nuevo en un principio rector de la identidad europea y de la restauración de la política en la UE. Resulta singularmente arduo recordar este imperativo bajo el impacto del monstruoso ataque terrorista perpetrado este siete de enero contra el semanario satírico Charlie Hebdo.