Las arañas gigantes, que pueden crecer hasta el tamaño de ratas y alimentarse de peces, están regresando al Reino Unido, según la RSPB (Real Sociedad para la Protección de las Aves). Estas arañas solían vivir en los humedales del país, pero casi desaparecieron en el siglo XX debido al drenaje de su hábitat durante la revolución industrial. Gracias a los esfuerzos de conservación de la RSPB y el Zoológico de Chester, la especie ha vuelto a prosperar, aunque esto podría no ser bien recibido por toda la población. En 2010, solo se conocían tres áreas con esta clase de arañas, pero ahora se estima que hay alrededor de 10.000 hembras reproductoras en todo el Reino Unido.