Los "efectos colaterales" de Sombras de Grey ya se han hecho notar. Una buena parte de las editoriales han buscado su trozo del pastel erótico desembarcando en las estanterías y on-line autoras y títulos a la caza del tesoro literario, o desempolvando viejas colecciones eróticas para lectores y lectoras selectas de la literatura vaginal y testicular.