El último barómetro del CIS no se mete en escaños ni votos, pero sí en qué piensa la población en cuestiones sexo-afectivas. Y en esto, como en casi todo, las siglas marcan diferencia. También en materia religiosa y otros hábitos sociales de pareja.
Algunas personas entran en "modo lucha" y empiezan a atacar verbalmente, y otras entran en "modo huida", se quedan en silencio y buscan la forma de huir de la conversación.