En el actual universo socialista donde la crítica se entiende como una declaración de guerra, la discrepancia le catapulta a uno a las listas negras y la libertad de opinión condena al oprobio, el recuerdo de Txiki Benegas se antoja más necesario que nunca, y las palabras de Felipe González y Alfonso Guerra, muy oportunas. Ninguno de ellos da puntada sin hilo.