Una niña australiana de 14 años, Rani East-Jeffs, ha creado un sistema en su casa para reducir el desperdicio de agua. Su método utiliza componentes simples como placas de circuito impreso, acoplamientos, tuberías y válvulas electromagnéticas para controlar el flujo de agua, especialmente cuando se espera que alcance la temperatura adecuada. Esta iniciativa busca optimizar el uso del agua en momentos clave, evitando el despilfarro familiar.