En fin... ¡qué subidón de adrenalina! Desde la escena de Estambul hasta el tiroteo final en las Highlands de Escocia, esta película es un espectáculo enormemente entretenido e incluso sentimental, y dotado de un héroe atractivamente humano (aunque nunca humanitario).
Hace medio siglo que James Bond surgió de las aguas del Caribe para, en compañía de una estupenda rubia, acabar con el malvado Doctor No y salvar al mundo de una catástrofe. Desde entonces, el personaje ha creado moda, escuela y tradición, adaptándose a los tiempos que le ha tocado vivir.