El embrollo de Podemos, 'for dummies'

El embrollo de Podemos, 'for dummies'

El dilema clásico de las organizaciones participativas como Podemos es el riesgo de cierre interno. Si sus participantes no mantienen un esfuerzo permanente de apertura e integración de los que faltan (¿te suena?), para transcender y refrescar el ambiente militante interno, se produce la clausura y nos desconectamos del afuera. Sé con certeza que Recuperar la Ilusión, la propuesta respaldada por Errejón es la que más tiene en cuenta este riesgo de cierre interno.

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¿Has ido perdiendo la ilusión por la nueva política? Entonces, es imprescindible que votes hoy.

Confesémoslo, la mayoría no se entera muy bien de en qué consiste la votación que se cierra hoy en Podemos. Los anteriores sufragios internos en general no han alcanzado el 50% de participación. La mayoría de inscritos no ha entrado en la web para elegir la nueva línea política o el nuevo Consejo Ciudadano. Esto produce un sesgo de participación: quienes suelen seguir activos en asambleas y foros virtuales son los activistas infatigables (los imprescindibles), mientras que el voto prestado y el simpatizante indeciso va dejando de seguir la evolución del proyecto. Y cada vez lo entiende menos. Solo ve ruido y debate. Sabe que es ampliado y manipulado por algunos medios, pero sigue sin 'pillar' bien el fondo. Y así se va ampliando el desapego.

Es un dilema clásico de las organizaciones participativas: el riesgo de cierre interno. Si sus participantes no mantienen un esfuerzo permanente de apertura e integración de los que faltan (¿te suena?), para transcender y refrescar el ambiente "militante" interno, se produce la clausura y nos desconectamos del afuera. Si eso ocurre, cada vez será más difícil integrar a gente nueva. Además, se produce también un sesgo de clase y de género. Quienes menos tiempo tienen para seguir debates extensos y participar activamente son precisamente quienes soportan mayor carga laboral y familiar. Las mujeres, el precariado, las clases trabajadoras. Quienes más nos necesitan, y a quien más necesitamos.

Algo así fue lo que ocurrió al 15M cuando la gente que se movilizaba por primera vez dejó de venir a las plazas. Quienes seguíamos yendo nos conocíamos ya de muchas manifestaciones. Habíamos aburrido al resto y ahí comenzó el declive. Hoy soy yo uno de esos a los que les empieza a costar cada día un poco más seguir los intríngulis de Podemos. Si he decidido entrar hoy en la web para votar la propuesta Recuperar la Ilusión es porque sé con certeza que es la que más tiene en cuenta este riesgo de cierre interno. La que mejor trabaja para evitarlo. La que apuesta por mantener un Podemos plural y abierto a gente menos politizada para no enrocarnos nunca en una cultura interna uniforme, en un ambiente de club.

Estoy seguro de que una dirección plurinacional, con dinámicas menos masculinizadas, con pluralidad de corrientes y de género, colorida y diversa, que funcione democráticamente y con garantías, conquistará mejor la confianza y la empatía de los pueblos de España.

Por eso, entre otras cosas, es la propuesta que mejor garantiza la feminización, la plurinacionalidad y la representación proporcional pura de las diversas sensibilidades en el partido: una persona, un voto. De la propuesta conocida como "DesBorda", no me gusta que regale al ganador una mayoría reforzada artificial. Eso es lo que hace el sistema electoral en España, y de eso nos quejamos. Eso se hizo también en el primer Vistalegre, quizá porque el contexto obligaba para que el proyecto pudiera nacer. Pero hoy algunas encuestas nos sitúan ya como segunda fuerza política en intención de voto: toca descentralizar y democratizar cuanto antes esta gigantesca herramienta de cambio. Estoy seguro de que una dirección plurinacional, con dinámicas menos masculinizadas, con pluralidad de corrientes y de género, colorida y diversa, que funcione democráticamente y con garantías, conquistará mejor la confianza y la empatía de los pueblos de España. La proporcionalidad que pedimos para el país, la debemos practicar en casa.

Para terminar, diré que además de su propuesta (Recuperar la Ilusión) el estilo político de Íñigo Errejón me convence por otro motivo. Nos conocemos desde hace ya muchos años, cuando coincidí con él y también con Pablo Iglesias en huelgas estudiantiles contra la LOU de Aznar. Y comparto lo que le decía Pablo en su reciente carta, cuando denunciaba que mienten o no comprenden nada quienes le consideran próximo a otro partido. Íñigo es 100% Podemos, es de hecho el autor del estilo inicial. Lleva su firma. Hitos históricos como la #Remontada no hubieran sido posibles sin trabajar desde su marco. Lejos de ser moderada, su postura es radicalmente transformadora, tanto que en vez de adoptar una pose radical para conseguir más votos a la interna, ha preferido mantenerse fiel al proyecto original, priorizar a quienes luego no votan en procesos internos. Se ha negado a adoptar un lenguaje obrerista o izquierdoso para seducir a la militancia más implicada y ha preferido confiar en su capacidad interpretativa. Aunque eso permita a algún oportunista acusarle de lo que no es, mantiene responsablemente la apuesta por la apertura, por no dejar de interpelar en todo momento al tejido popular realmente existente en nuestro país: diverso, heterogéneo, formado por identidades ambiguas, confusas, solapadas. Así somos. Por eso he recuperado mi contraseña en participa.podemos.info para votar hoy. Me parece que esa actitud valiente y de responsabilidad hay que potenciarlas.

Miguel Álvarez es profesor de Estructura de Medios y Comunicación Política en la Facultad de Periodismo de la UCLM. Fue coordinador de políticas mediáticas en Podemos hasta el pasado mes de agosto.