Un rescate bancario sin ton ni son
Los mercados y los inversores no van a cambiar su actitud esencialmente pesimista sobre la economía española mientras no puedan atisbar una recuperación del crecimiento económico y una disminución del paro.
Así a bote pronto, recién celebrada la rueda de prensa sobre el rescate al sector bancario español, se plantea una pregunta fundamental: ¿Qué van a hacer los bancos con semejante lluvia millonaria, es decir, van a continuar comprando deuda pública para ayudar al Estado a financiarse o van a reactivar el crédito al sector privado?
Recapitalizar por recapitalizar sin sugerir o incluso establecer criterios, incentivos y prioridades me parece un error, por dos razones. La primera es que los mercados y los inversores no van a cambiar su actitud esencialmente pesimista sobre la economía española mientras no puedan atisbar una recuperación del crecimiento económico y una disminución del paro. Me atrevo a predecir que mañana los mercados no van a responder favorablemente a los datos que se han hecho públicos hoy jueves.
Pero el punto más problemático de este rescate multimillonario se refiere a la total indisposición por parte del Gobierno y del Banco de España a distinguir de una vez por todas entre aquellas entidades que tienen futuro y las que no van a poder competir en el mercado por mucha recapitalización que se haga. Esta renuencia puede tener consecuencias catastróficas. Me temo que el grueso de las ayudas se destinarán a entidades sin futuro. Tenemos que liquidar ahora los bancos o cajas con problemas. Liquidar suele ser más caro a corto plazo, pero sirve para fortalecer los cimientos del sistema a medio y largo plazo. Seguimos empeñados en ganar la batalla del día a día sin tener una estrategia que nos permita reconducir a la economía hacia una senda de crecimiento. Esta rueda de prensa me ha provocado una sensación de que seguimos a la deriva, sin rumbo, sin timonel y sin ideas.