'Las guerras correctas' de la televisión
¿Hay alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar esto? ¿Podremos volver a tener en la tele pública (o en la privada, ya me da igual) momentos como el que protagonizaron, en un ejercicio increíble de salud democrática, Iñaki Gabilondo y Felipe González?
Ahora que la campaña electoral invade la tele, creo que vale la pena recordar momentos televisivos de relumbrón, más sosegados y, desde luego, más trascendentales. Porque no siempre en la tele todo fue igual.
En enero de 1995, en TVE, la tele pública española, el periodista Iñaki Gabilondo entrevistó al que entonces era presidente del Gobierno Felipe González. Fue, como recordamos muchos, una entrevista memorable que ha pasado a la historia de la televisión en mayúsculas. Por donde estaba ubicada, por el contenido, por los personajes que la hicieron posible. Y sobre todo, por aquellos tres verbos que Gabilondo lanzó cual dardos a González: ¿Organizó usted los GAL, señor González? Fue el primero. ¿Consintió usted los GAL?, fue el segundo. ¿Toleró usted los GAL?, el último y definitivo. Las respuestas, ya lo sabemos, fueron NO.
Muchos años después, el autor valenciano Gabi Ochoa habló con Iñaki Gabilondo para que le contara los entresijos de la entrevista. A esas alturas todos sabemos ya que las cosas en la tele no pasan porque sí. Esta entrevista, que fue muy importante, en un momento social y político más importante aún, se fraguó por la cadena, con la aquiescencia del propio presidente, que consideraba que una entrevista personal en el medio publico podía beneficiarle, y con el SÍ de Iñaki Gabilondo. Así que Ochoa reunió todos los datos y montó una pieza teatral estupenda, Las guerras correctas, se llama. Anduvo tiempo intentando que alguien la levantara, levantara su texto y finalmente encontró al actor y productor Alberto San juan. Ha estado en el Teatro del barrio, donde arrasó, y ahora sale de gira por distintas ciudades, entre ellas Valencia y Zaragoza.
Yo la recomiendo mucho. Y no solo porque teatralmente es una obra potente, divertida, luminosa. Es también por las cosas que cuenta del periodismo, de la política, de la necesidad de una sólida televisión pública, de los lazos entre todo ello... Aquella entrevista se nos quedó a muchos grabada; y dijimos, vale, ya está, llevamos 20 años de democracia, ya está la televisión pública está en la nueva era, ya nunca volveremos atrás...
Pero no. El 19 de enero de 2004, el entonces director de informativos de TVE, Alfredo Urdaci entrevistó al entonces presidente del Gobierno José María Aznar. Ya había anunciado que no se presentaría a una nuevas elecciones que estaban convocadas para unos meses después. Para entonces, Urdaci ya nos había regalado su mítico ce-ce-o-o, además de otras tantas cosas nefastas informativamente hablando, que seguro que solo recuerdo yo, que soy una enferma del análisis televisivo. Hay una entradilla, que Urdaci leyó en uno de sus informativos de las nueve de la noche que presentaba que decía:
"Ni la guerra de Irak, ni la incertidumbre internacional han hecho mella en la economía española. Nuestra economía crece a un ritmo del 2'1% en el primer trimestre del año. Muy por encima de como crecieron el resto de los países de la Unión".
Estos son algunos enunciados de aquellas preguntas en la entrevista a Aznar:
- Dice usted adiós, termina su mandato y ya no será más candidato a una reelección. Terminan ocho años de estabilidad política, de estabilidad económica... pero terminan en un momento en el que aparentemente las cosas se complican, en el que afloran de nuevo las tensiones territoriales...
- El momento en el que España ha llegado a un desarrollo económico alabado por todos es el momento en el que se escuchan más voces decir aquello de No estamos a gusto en este Estado.
- Se ha creado más riqueza. ¿Cuáles son las condiciones para que se mantenga, para que esta aventura económica, cargada de éxitos, reconocida por todos, se mantenga?
- ¿Estamos hoy más cerca del final de ETA que en 1996?
- Sin embargo, fíjese qué paradoja, hoy, que vemos más cerca ese final, vemos también más lejos a Euskadi y al País Vasco del resto de España...
- Usted ha sido víctima del terrorismo y objetivo de la banda terrorista ETA y ha tenido una relación especial con la víctimas. ¿Qué le han enseñado?
- ¿Por qué esa relación, esa vecindad, esa alianza tan estrecha con EEUU que usted ha creado? ¿Por qué nos ayudan en temas terroristas, por qué nos ayudan con la seguridad de nuestro entorno, por qué nos ayudan en asuntos económicos, en asuntos estratégicos?
- Usted ha conseguido una relación privilegiada con el presidente Bush, que no es fácil de conseguir. Ahí hay una capital político y usted ahora deja la presidencia del Gobierno. ¿Cómo se va a administrar ese capital? ¿Esa relación se tiene que construir otra vez sobre elementos personales?
- Ha habido accidentes, como el del YAK 42, que han evidenciado, de alguna forma, defectos en la preparación y el equipamiento de nuestro ejercito, que ha fallado. ¿Quizá ha crecido demasiado rápido?
- Como dice usted que le queda toda una larga vida por delante, que tenga toda una feliz vida por delante, muchas gracias y hasta siempre.
Tiempo después, ya lo saben ustedes, llegó a la dirección de informativos de TVE Fran Llorente, que ya saben que construyó los mejores informativos que ha tenido esa tele pública. Yo también pensaba que, como en aquel 1995, las cosas estaban, pues, resueltas, que esta vez no volveríamos nunca a atrás. Pero no. Tras ocho años de informativos impecables, y reto a cualquiera con sentido común a que me demuestre lo contrario, estamos de nuevo instalados en el delirio, en la zozobra, instalados en el desprestigio, en la falta de credibilidad hacia la tele pública, dos cosas que son dardos directos a la yugular. Ni te ven ni te creen.
¿Hay alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar esto? ¿Podremos volver a tener en la tele pública (o en la privada, ya me da igual) momentos como el que protagonizaron, en un ejercicio increíble de salud democrática, Iñaki Gabilondo y Felipe González?