¿Por qué no estaba Raúl Castro para recibir a Obama en el avión?

Foto de Barack Obama y su familia, recibidos a su llegada a Cuba por el ministro de Asuntos Exteriores Bruno Rodríguez/EFE

El presidente Obama llegó el domingo a Cuba. A su llegada al aeropuerto José Martí de la Habana, le esperaba el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez. Algunos se han preguntado por qué no lo ha recibido el presidente Raúl Castro. Y le han dado al asunto un tinte político.

Sin embargo, en muchos países, y entre ellos España, los recibimientos oficiales no son en los aeropuertos. Lo que no significa que se deje al invitado solo: a pie de escalerilla estará algún representante de la institución que invita, al que suelen acompañar autoridades locales, los embajadores de los dos países, altos cargos de sus embajadas y personas que acompañarán a los invitados durante el tiempo que van a estar de visita en el país.

La ceremonia se reserva para después y se lleva a cabo o bien en la residencia donde se va a alojar el invitado -en España, el Palacio del Pardo- o en el edificio de gobierno del país anfitrión. El protocolo que seguir en estos actos se regula en muchos países en sus correspondientes Reglamentos de Ceremonial y Protocolo o de Ceremonial Diplomático, que es como se llama el cubano. Se firmó en julio de 1960, y el decreto ley 2682 que lo regula se publicó en la Gaceta Oficial el 6 de julio de ese mismo año. Cuenta con setenta y cinco artículos, y entre ellos se cuenta el que determina cómo "atender lo necesario para recibir a jefes de estado y otras personalidades extranjeras".

Es cierto, sin embargo, que a veces se ha incumplido y que el presidente ha acudido personalmente a recibir a algún jefe de Estado al mismo aeropuerto. Pero, como también es el caso en nuestro país, ha sido porque el jefe de Estado visitante tenía una especial relación con Cuba o estaba en su misma onda política.

El recibimiento oficial al presidente Obama se celebró, tras la ofrenda floral ante el monumento a José Martí en el Palacio de la Revolución, sede del Consejo de Estado y, además, sede del Consejo de Ministros y del Comité Central del Partido Comunista Cubano.