La elección del papa negro
Se está celebrando en Roma, desde principio de este mes de octubre, la 36ª Congregación General para la elección de nuevo superior de los Jesuitas. Su título es el de prepósito general de la Compañía de Jesús aunque, para acortar, se refieran a él como padre general o superior general. También papa Negro.
El superior general de los Jesuítas, Adolfo Nicolás, en un encuentro con el papa Francisco.
Se está celebrando en Roma, desde principio de este mes de octubre, la 36ª Congregación General para la elección de nuevo superior de los Jesuitas. Su título es el de prepósito general de la Compañía de Jesús aunque para acortar se refieran a él como padre general o superior general. También papa Negro. ¡Aunque no se pueda decir que sea un apelativo cariñoso! Más bien expresa el poder oculto que durante los siglos XVI y XVII tuvieron los jesuitas en Europa y que hacía la competencia al papa: negro de sombra y negro de vestimenta, pues la sotana de los jesuitas es de este color.
La Congregación General, es el órgano supremo y legislativo de la Compañía. Sus miembros provienen del personal del superior general y de todos los miembros repartidos alrededor del mundo y organizados en 66 provincias. Aunque generalmente se convoca a la muerte del superior general para elegir a su sucesor, en esta ocasión se convoca a petición del actual, Adolfo Nicolás, que tiene intención de retirarse y así lo ha comunicado al papa Francisco.
Están convocados 215 delegados (209 electores, tres ex officio y tres designados por el padre general). Así, y según sus propios datos, los delegados provienen en un 27% de Europa; un 21% del sur de Asia; un 16% de Latinoamérica; un 15% de USA-Canadá; un 11% de Asia (Pacífico) y un 10% de África. Las reuniones de los delegados se celebrarán en la Curia Generalicia de los Jesuitas, sede central de la Compañía de Jesús.
El procedimiento de elección sigue un protocolo reflejado en el libro Formula Congregationis hace más de 400 años:
- Misa de Apertura (que en esta CG36 celebró el P. Bruno Cadoré, maestro general de la Orden de los Dominicos, en la Iglesia del Gesù de Roma).
- Oración al Espíritu Santo de todos los delegados.
- Elección de oficiales y secretarios (hay que ser eficaces y hacer mucho trabajo de intendencia).
- Declaración de apertura de la sesión.
- Discusión de temas.
- Elección del nuevo superior general (que será el 30º de la Compañía).
A la elección de nuevo superior general preceden cuatro días de "recogida de información": son la "Murmuratio". Durante este tiempo a "cada miembro de la Congregación se le permite preguntar a cualquier otro jesuita sobre cualquier particular miembro de la Compañía de Jesús que pueda ser apto para ser superior general" . Se supone que no son campañas electorales, y que no va a haber presiones. Es, simplemente, informarse de las capacidades y cualidades de posibles candidatos. Decía San Ignacio, fundador de la Compañía: "Los días de murmuraciones son días dedicados a la oración, al recogimiento y a la penitencia. Es un tiempo de discernimiento." En esta fase estamos esta semana.
Pasados estos cuatro días, se procede a la votación. Se vota en secreto y por escrito. Las papeletas se recogen y se cuentan. Todo a mano y tantas veces como sea necesario hasta que uno de ellos sea elegido por mayoría absoluta para el cargo. Es decir, son necesarios 107 votos en esta ocasión. El elegido no puede rechazar la elección y el cargo es vitalicio; está obligado a hacer cumplir los decretos de la Congregación y puede ser depuesto por ésta.
El nombramiento se comunica al papa inmediatamente. Tras ello se celebra una misa de clausura también en la Iglesia del Gesú: los electores entran en ella en procesión, acompañando a su nuevo padre general que se dirigirá a ellos en la homilía.
Con el nuevo superior general o padre general así elegido, continúan los trabajos y las reuniones de la Congregación y se pasa a debatir y estudiar los temas referidos a la propia Compañía y a su misión dentro de la Iglesia.