Mariano Viñuales
Estos días se cumplen dos años de la muerte de un aragonés inaudito. Se llamaba Mariano Viñuales Tierz. Nació en 1919 en Huerto, un pueblecito de Huesca. Se le puede presentar con un dato muy contundente: militó en el PCE durante 77 años. Se afilió a los 17 y nunca rompió el carné.
Mariano Viñuales Tierz se dirige a los asistentes del acto durante el 24º Día del Guerrillero Español-Homenaje a la Guerrilla Antifascista, celebrado el El 7 de Octubre de 2012 se celebró en Santa Cruz de Moya (Cuenca)
Estos días se cumplen dos años de la muerte de un aragonés inaudito. Se llamaba Mariano Viñuales Tierz. Nació en 1919 en Huerto, un pueblecito de Huesca. Se le puede presentar con un dato muy contundente: militó en el PCE durante 77 años. Se afilió a los 17 y nunca rompió el carné. No sé si habrá muchos españoles que hayan permanecido tanto tiempo en una misma formación política. Se le veía a veces en el restaurante Casa Emilio de Zaragoza. En las fiestas del PCE en Madrid, Mariano era el pinche de cocina de Emilio Lacambra.
Desde niño trabajó en el campo y enseguida tuvo claro algo: sus enemigos eran los ricos. Cuando, en diciembre de 1930, fusilaron a Galán y García Hernández tras la sublevación de Jaca, él solo tenía 11 años. Pero siempre creyó que el eco de aquello que había sucedido tan cerca de su pueblo, determinó su ideología. No perdió el tiempo: lideró una agrupación comunista en Huerto y, el 19 de julio del 36, a los 17 años, participó en una huelga general contra el golpe de estado de Franco y, aunque se encontraba enfermo, colaboró en la construcción de barricadas para la defensa republicana.
El relato de sus días entre sus 17 y sus 36 años daría para una buena novela y para una película muy cara. Alistado en el Ejército Popular, resultó malherido en La Batalla del Ebro y, antes de concluir la guerra, se exilió en Francia. Allí fue capturado por los nazis, internado en campos de concentración y obligado a integrar los batallones de trabajadores alemanes. Un día logró escapar tirándose de un tren y se sumó a la resistencia francesa. En 1944 volvió a España para colaborar con el maquis. Pero, mientras estaba en su casa de Huerto, fue detenido, según él, por el chivatazo de uno del pueblo. Pasó doce años preso, entre la cárcel de Torrero y la de Valencia. Antes de los 36 años, había vivido la Dictadura de Primo de Rivera, la II República, la Guerra Civil, la II Guerra Mundial, los campos de concentración, la Resistencia Francesa, el maquis y doce años de rejas franquistas. El currículum vitae era, desde luego, escalofriante.
Al salir de prisión, volvió a Huerto, a trabajar en el campo, como cuando era niño. Nunca abdicó de sus convicciones y mantuvo el espíritu combativo hasta el final. En Youtube se le puede ver con muletas, a los 93 años, poco antes de morir, mientras arenga a las masas en la celebración del día del guerrillero. Él consideraba que la democracia española era una completa estafa. Se mostraba implacable con muchos políticos de la izquierda, a los que afeaba su deslealtad a las esencias comunistas. Nadie le pudo acusar de voluble, caprichoso, tibio o ambiguo. Murió el 13 de octubre de 2013, en un mundo antagónico al paraíso que había dado sentido a su vida.
Este artículo fue publicado originalmente en Heraldo de Aragón