La subida de precio que marcó a los décimos de la Lotería de Navidad

A falta de un mes para el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad del 22 de diciembre, los décimos expuestos en las vitrinas de las administraciones comienzan a escasear y las filas para comprar el número ganador del Gordo sigue siendo kilométrica. Sin embargo, el precio de este pequeño trozo de papel ha ido variando e incrementándose con el paso de los años.

Lo cierto es que cuando se fundó el sorteo de la Lotería de Navidad en 1812, el décimo costaba 40 reales, lo que equivale a 10 pesetas, es decir seis céntimos. Más tarde en 1891, el precio ascendió a cincuenta pesetas (30 céntimos), una cifra que se duplicó en 1900 cuando cada número pasó a valer cien pesetas (60 céntimos)

Sin embargo, los primeros datos que ofrecieron Loterías y Apuestas de manera pública son de 1966. En aquella época comprar un décimo costaba 500 pesetas, es decir, unos tres euros de hoy en día. Un precio bastante asequible para poder llevarte un gran pellizco a tu bolsillo. 

Esa ganga no duró mucho. Solo un año después, entre 1967 y 1976, la cantidad a pagar por un boleto se duplicó hasta alcanzar la cifra de 1.000 pesetas (6 euros). Más tarde, entre 1977 y 1979 el precio volvió a encarecerse hasta alcanzar las 2.000 pesetas (12 euros).

En 1989, la Lotería de Navidad sufrió otra subida de precio situándose en las 2.500 pesetas (15 euros). Con la llegada de la década de los 90 y antes de la entrada del euro, entre 1990 y 2000, el coste aumentó a 3.000 pesetas (18 euros). Esta subida hacía que jugar a la Lotería de Navidad comenzara a suponer un desembolso importante para muchos hogares.

Y llegó el euro

La circulación de la nueva moneda en España, el euro, supuso hasta día de hoy la última subida de precio. Fue precisamente en el año 2002 cuando el décimo pasó a costar 20 euros, una cifra que parece congelada al menos hasta la Navidad de este 2023. 

Jesús Huerta, presidente de SELAE, aseguró recientemente que "en su momento" se había barajado la posibilidad de un aumento de precio, pero ante la situación económica y social de muchos españoles no se quiso encarecer.