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Compra lotería en un bar de barrio, tocan 88 millones de euros, nadie da la cara y el dueño inicia una investigación: "Creemos que es un cliente habitual"

Compra lotería en un bar de barrio, tocan 88 millones de euros, nadie da la cara y el dueño inicia una investigación: "Creemos que es un cliente habitual"

"Realmente, no sé quién será el ganador", asegura el hostelero italiano Marco Angeletti.

Imagen de archivo de boletos de SuperEnaLotto, un sorteo de lotería de Italia.Franco Origlia/Getty Images

"¿Eres millonario? ¡Dinos la verdad!", esta es la frase que ha sustituido al habitual "buenos días, ¿qué tal?" en el Marco's Bar de Prima Porta, un conocido café en Via della Giustiniana, en plena capital italiana. En este bar de Roma además de haber estado sirviendo consumiciones, también han puesto la friolera de 88 millones de euros en la cuenta bancaria de alguien.

Se trata de la investigación personal que ha puesto en marcha el matrimonio Marco y Chiara en el local, tras haber vendido allí el boleto ganador de la lotería de SuperEnaLotto, que llevó aparejado dicha cuantía millonaria y que ha levantado un halo de misterio sobre este café romano. 

Así lo recoge la edición local de Il Corriere della Sera en una información sobre esta suerte de búsqueda del (ganador del) tesoro.

"Todos apostamos al menos una vez al día"

"Espero que sea un cliente habitual y que quizás nos lo agradezca con un regalo. Mientras tanto, la venta de entradas ha aumentado esta mañana; ¡somos famosos en toda la zona! Sin embargo, no tenemos amuletos, ¡somos los que traemos la buena suerte!", explica Marco. En la entrada el local, ahora la típica pizarra reza el siguiente mensaje: "88 millones de Superenalotto ganados aquí".

"Podría ser cualquiera, podría haber jugado el miércoles o tener un abono de temporada. Quizás nunca lo sepamos", opina Chiara sobre la dificultad de encontrar al afortunado o afortunada. "Realmente, no sé quién será el ganador", apunta Marco.

También los parroquianos habituales hacen sus cábalas: "Creemos que es un cliente habitual , aquí vienen sobre todo vecinos del barrio. Todos apostamos al menos una vez al día; esperamos que el dinero llegue a quienes lo necesitan. Hay quienes piensan que el ganador permanecerá en el anonimato, también por su propia seguridad", señala Carmine Aurigemma, uno de los clientes.