Una playa "fantasma" que aparece y desaparece en Cantabria
Descubre la misteriosa belleza de la Playa de Covachos, la "playa fantasma" de Cantabria.
La Playa de Covachos, situada en la localidad española de Soto de la Marina, en el municipio cántabro de Santa Cruz de Bezana, es un rincón de la costa cantábrica que ha capturado la atención de los amantes de la naturaleza y la fotografía. Este enclave, conocido como la “playa fantasma”, ofrece un espectáculo geológico único, donde el mar se retira y revela una estrecha franja de arena que conecta la playa con el islote de Castro de Covachos, formando un espectacular tómbolo.
Este fenómeno natural permite a los visitantes caminar sobre una lengua de arena que, como por arte de magia, aparece para unir la costa con el islote. El paisaje de Covachos está dominado por acantilados de roca caliza y praderas.
El apodo de “playa fantasma” se debe a un curioso fenómeno geológico conocido como tómbolo. En la marea alta, la playa desaparece bajo las aguas del mar Cantábrico, pero en la marea baja, una fina lengua de arena emerge, conectando la costa con el islote de Castro de Covachos.
El efecto es casi fantasmagórico: una playa que aparece y desaparece por voluntad de las mareas.
¿Cómo llegar a la playa de Cobachos?
A pesar de su proximidad a Santander, la Playa de Covachos se mantiene como un rincón salvaje y aislado, en parte debido a su complicado acceso. Para llegar a este paraje, es necesario descender por un sendero escarpado que desanima a quienes buscan playas más accesibles. Sin embargo, esta característica ha permitido que el entorno conserve su esencia virgen.
Es importante tener en cuenta que la Playa de Covachos no cuenta con las comodidades habituales de otras playas más concurridas, como duchas, aseos o chiringuitos. Además, no cuenta con acceso para personas con movilidad reducida, lo que refuerza su carácter agreste.
Es fundamental que los visitantes consulten las tablas de mareas antes de aventurarse, ya que una subida repentina del nivel del mar puede aislar a quienes caminan por el tómbolo, dejándolos atrapados en el islote. Las autoridades han advertido en repetidas ocasiones sobre la necesidad de precaución, especialmente durante las mareas altas.